Adiós!

Desde niña siempre sentí ese gusto por la radio, siempre fue mi compañía, mi distracción, mi objetivo, y no fue fácil lograrlo, tuve que trabajar duro para conseguir un lugar en este medio.

Un día me invitaron a hacer casting para Punto Digital, y aunque en un principio lo dude, alguien me hablo por primera vez de los “cambios” y la importancia de arriesgarse a probar nuevas cosas. Es así que hice mi casting y me quede, la verdad no sé si fui en verdad buena, pero eso lo discutiremos después, en fin aprobé el casting y me quede como locutora nocturna del 1140 Punto Digital, la estación que sería mi casa.

No voy a negar que  llegue llena de miedos e inseguridades pero siempre  dispuesta a aprender, a comerme el mundo  a bocados y saborear el éxito, que yo sabía que llegaría.

Fue un 16 de Noviembre del año 2000, que yo abrí ese micrófono que tantos años me acompañaría, totalmente nerviosa, con un guión escrito y ensayado, con Marcos Marín a mis espaldas vigilándome, no fue nada sencillo, fue una prueba difícil que duro algunas semanas, pero como todo, si se quiere se puede, así que conseguí dominar ese micrófono y esos miedos.

Así pasaron los meses y empecé a  conocer a mi equipo de trabajo, grandes seres humanos por cierto, siempre haciendo buen equipo (hasta la fecha), ya algunas veces había estado en otras estaciones y en verdad no había comparación con el “equipo 1140”.

Me detengo a hablar del equipo 1140, por que definitivamente creo que el recurso humano fue algo que diferencio sobremanera a esta estación, siempre fuimos y seguimos siendo buenos amigos, compadres, hermanos, aquel que paso por el 1140 sabrá de que hablo, existía una hermandad. 

Poco a poco empezamos a sonar más en Tehuacán y sus alrededores, los radioescuchas se iban haciendo cada vez más y eso nos alegraba a todos.

Tuvimos momentos difíciles, pero también hubo momentos exitosos, saboreamos triunfos uno a uno, no importando que nuestra frecuencia estuviera en AM, siempre dimos batalla a la competencia y ellos saben que así fue.

Fue  una estación abierta a las nuevas ideas,  muchos estudiantes de la carrera en comunicación pasaron por ahí y algunos nos quedamos a trabajar.

Recuerdo cuando nos dieron luz verde para hacer un programa los sábados,  que después de la segunda emisión se convirtió en “La Guayaba” un programa que nos dejó mucho aprendizaje, tanto en lo personal, como en lo profesional ( estoy hablando de lo que se debe y no, pero cuando eres joven no te das cuenta de esos pequeños detalles).

En Punto Digital conocí la amistad, la honestidad, la responsabilidad, el compañerismo, el éxito, la seguridad, la inseguridad, la soberbia, la vulnerabilidad, la prepotencia;  aprendí  a contenerme, a  luchar por lo que se quiere, a ser diplomática, a sentirme especial por tanto cariño de los radioescuchas, en fin…  no acabaría.

Sólo sé que hoy Punto Digital dejo de existir, así como cuando alguien muy querido tiene que marcharse…  así se fue.

Gracias a todos los que fueron parte de la generación 1140, los llevaré siempre en mi corazón….

Y aunque suene a despedida, no es así… 

Hay una nueva aventura que nos espera, se llama  Ella 106.3 FM